Ofertame, ofertate. Comprame, comprate. Vendeme, vendete…
El poderoso empresario argentino devenido en líder político opositor, Francisco de Narváez, ofertó este mes más de US$ 100 millones por quedarse con la cadena de supermercados local Tienda Inglesa, cuyo principal, Robin Henderson, estudia actualmente la propuesta marcando un punto de inflexión en su histórica posición de no vender la exitosa compañía que dirige hace más de 50 años e incluso rechazar pedidos de entrevista de potenciales compradores.
En rigor, Henderson se expresó dispuesto a vender su imperio de comercio minorista en diciembre de 2007, en el marco de una entrevista concedida al suplemento dominical de El País, en la que explicó que a sus herederos no les interesa el negocio y que a él le llega la hora de su retiro.
Así las cosas, corporaciones supermercadistas del porte de la francesa Casino, la estadounidense Wal-Mart y la chilena Cencosud, así como diversos inversores institucionales e individuales, se interesaron en comprar Tienda Inglesa en los últimos tiempos. Entre estos últimos figura Advent Internacional, el fondo de inversión propietario del 33% del Nuevo Banco Comercial y 66,5% de la financiera Pronto!, cuyos directivos siempre se han mostrado propensos a ampliar la cartera doméstica de negocios.
Pero a los intentos de Advent por seducir a Henderson, a quien no llegaron a hacerle una oferta, se les habría interpuesto ahora la ofensiva de De Narváez, quien conoce de cerca el rubro, y ya había estado reunido con el mandamás de Tienda Inglesa hace un par de años con el mismo objetivo.
Los representantes del empresario argentino procuran evitar que la negociación se enfríe y con ese cometido apuran la realización de un "data-room" para que la compañía presente sus números dando comienzo al proceso general de auditoría previo a la eventual venta (due diligence). Más allá del precio final que se estipule, fuentes del sector confiaron a El Empresario que buena parte del éxito de la transacción pasará porque De Narváez convenza a Henderson de que "va a hacer las cosas bien".
Explicaron que el veterano empresario quiere asegurarse que la empresa líder que construyó durante todas estas décadas no vea caer sus niveles generales de calidad, su privilegiada imagen pública ni su excelente relación con clientes, empleados y proveedores una vez cambie de manos.
Justamente esa serie de fortalezas, sumada a la convicción de que la cadena tiene margen para aumentar tanto sus ventas como su rentabilidad, son los principales anzuelos que llevaron a De Narváez a ofertar por ella. El mayor desarrollo del sector non food, fundamentalmente en vestimenta, muebles y juguetes, es visto como una oportunidad clara de crecimiento para una cadena que emplea a unas 4.000 personas y factura alrededor de US$ 200 millones al año entre sus 10 locales distribuidos en Montevideo, Costa de Oro y Punta del Este y las crecientes ventas a través de su página web.
Quién es el oferente.
Aunque De Narváez se hizo popular en Uruguay durante los últimos tiempos por ser quien venció a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires el pasado 28 de junio (y por la hilarante imitación del uruguayo Roberto Peña en ShowMatch), "El Colorado", como lo llaman en Argentina, tiene una profusa experiencia empresaria que, precisamente, comienza en el rubro supermercadista.
Él mismo se encarga de narrar los primeros pasos laborales en su página web. "Yo era muy chico y mi abuelo ya era dueño en varios países de Europa del Este de una cadena de almacenes de ramos generales llamada "Te-ta", palabra que en checo significa "Tía", introduce. Y sigue: "En Argentina, Tía creció rápidamente. A los 17 años entré a trabajar a la empresa. Me mandaron a abrochar los remitos de las facturas de los proveedores. Con mucho esfuerzo llegué a director en 1989. Estuve en el cargo 10 años y tuve el orgullo de que el modelo de traspaso de una empresa familiar a una profesional sea caso de estudio en Harvard Business School".
De hecho, tras la transformación de Casa Tía, que en los 90 era propietaria de la local Ta-Ta, por lo que De Narváez conoce de cerca el mercado local y qué significa Tienda Inglesa en el mismo, el gran salto llegó en 1999 cuando vendió la cadena al Exxel Group en US$ 637 millones, de los cuales le correspondió una cuarta parte.
Con dinero en el bolsillo diversificó sus negocios y hoy el Grupo de Narváez participa parcial o totalmente en más de 25 empresas, entre las cuales destacan el predio ferial de La Rural, la textil Rapsodia, Citrícola Ayuí, el diario El Cronista Comercial y el multimedios América, compuesto por el canal de televisión América, la señal de cable América 24 y las emisoras de radio La Red (AM) y Millenium (FM).
Del otro lado del escritorio está Henderson, un empresario que no se deslumbra fácil pero que, según reconoció en la mencionada entrevista con El País, anda con ganas de hacer caja e irse a vivir a una "islita" cerca de Escocia donde ya vio algunas propiedades muy en cuenta.
"Por un buen precio Tienda Inglesa está a la venta. No me gusta vender, y el personal suplica que no lo haga. Pero algún día habrá que hacerlo porque no soy eterno, y mis hijos no tienen interés", graficó en aquel entonces.
Fuente: El País Digital
1 COMENTARIOS:
Esta gente es muy caradura. El típico empresario que viene a salvar la política, con los instrumentos del PJ. (Menem, Duhalde, Kissner)
Cool.
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