El ascenso de Rody Silva o “Rrrrrody Silva” a las 11:31 a. m.

El notero del 4 en Melo logró una gran popularidad que no imaginaba. Tiene 5.000 fans en Facebook.

Rody Silva está de festejo estos días. El viernes pasado cumplió 60 años y, casi como un regalo, el extrovertido corresponsal del Canal 4 en Melo, inició conversaciones con Montecarlo para producir un programa propio o, eventualmente, tener más participación en algún otro ciclo. La idea: aprovechar más la popularidad del notero que, con su estilo desenfadado, su "¡Sigan ustedes!" gritado con los ojos de dos de oro y algún disfraz de ocasión, anima las entregas del noticiero del 4.

En poco más de un año y casi como un vuelo espacial, logró ya que se hable de "un fenómeno Rody Silva". En Facebook cosechó casi 5.000 seguidores en varios grupos y también, uno que se titula "no me banco a Rody Silva", que suma 130 miembros. El conductor de Telenoche, Fernando Vilar, aseguró en una charla en Trinidad que si el corresponsal llegara a renunciar, habría que ir a buscarlo y pagarle tres veces más de lo que gana. También dijo que conoció a Rody Silva en sus años mozos y que era un periodista serio.

¿Cómo surgió, entonces, este cronista? ¿Cuándo y por qué decidió incorporar el humor en sus notas? Pues Rody vino el fin de semana pasado a Montevideo acompañado de su hijo Eric Macksimilian (su camarógrafo además) y dio una primera respuesta. "A esta altura de mi vida, hay que tomarlo como una diversión; o sea, yo vivo de esto, pero no quita que lo tome como un divertimento", asegura el corresponsal.

Hombre con acento de frontera e hincha de Peñarol, Rody llegó con su gorro tejano y el chiste siempre en la próxima palabra. Además de Eric Macksimilian, tiene otros tres hijos: Henry, Yuri Alexander y Vanesa. La esposa: Olinda.

Empezó en los medios a los 16 años, en la radio La voz de Melo. Después, trabajó en decenas de emisoras locales y de Montevideo, como Universal, El Espectador y Panamericana. En Canal 4, está desde hace un año. Además, tiene un noticiero propio en Melo, Telediario día a día, que emite una señal de cable. "Tenemos un rating formidable. Damos dos noticias y el resto es todo jolgorio. Viene un invitado y hacemos chistes, la gente me manda mensajes con disparates. Así es Melo, una ciudad donde se hacen muchas bromas", asegura Rody.

-¿Es cierto, como dice Vilar, que era un periodista serio?

-Serio, serio nunca fui; siempre tuve algunas facetas humorísticas, porque me gusta mucho. Me acuerdo que trabajando en El Espectador yo era uno de los que leía las noticias y acumulé muchas suspensiones por reírme. Me aguantaba, pero a veces no podía. Hoy, ya no me aguanto más. Si tengo un entrevistado medio alocado, como el otro día que había uno en Melo que decía que el casco les producía calvicie a los motociclistas, me vino un ataque de risa que empecé a llorar en el informativo. Es una cosa que con los años me fui soltando.

-Pero cuando empezó en Canal 4 no era así...

-No, yo durito, serio. Pero después fue dándose. Ahora, eso de abrir los ojos desorbitadamente es algo de toda la vida, que me sale naturalmente. Y el "sigan ustedes" famoso es una cosa natural, como "volvemos a estudios", "continúa la información". A mí me salió "sigan ustedes" y ahora siempre me piden desde Montevideo: "No te olvides del sigan..."

-¿Cuántas notas entrega por día a Telenoche?

-Depende. Hay días que hacemos una, otra veces mandamos hasta ocho para que tengan material. Hacemos policiales y algunas cosas alocadas, que no tenemos mucho problema en hacerlas. Es más, son las que más nos gustan. Así hicimos la calabaza gigante, el perro Julio, que avisó que estaban robando, los osos en el carnaval de Melo, aquella velada de box que salí vestido de boxeador... o sea, hay que divertirse y ser chistoso cuando amerita y ser serio cuando hay que ser serio.

-¿Cuándo es serio usted?

-Mi primera norma es ser neutro políticamente. Yo tengo un color político, como muchos. Pero cuando salgo de mi casa y me pongo el overoll del trabajo, los atiendo a todos igual, blancos, colorados y del Frente.

-¿Qué color es ese?

-Ah, no se dice. Pero yo tengo buena relación con todos y puedo hacerles nota a todos. Hay mucho respeto y seriedad profesional. Podés decir que soy de Peñarol, eso sí, en mi casa todos aurinegros.

-¿Cómo definiría su informativo de Melo?

-Es una cosa rara. Damos unas pocas noticias y después viene un invitado. Hacemos chistes y yo hago el informativo con el celular en la mano; voy leyendo los mensajes que me manda la gente. Envían cada disparate y yo leo. Melo es una ciudad con muchas bromas, donde las referencias al humor sexual están siempre en la vuelta. Esas cosas se ven como naturales. A veces vienen viajeros, por ejemplo de Montevideo, y quedan asombrados por la cantidad de disparates que se dicen en el informativo, pero para nosotros un chiste medio verde es algo de lo más normal.

-Y de ahí salió la fama de Melo...

-Sí, hubo un informe malintencionado, creo yo, de que el 70% de los melenses eran homosexuales. Pero salió de la broma con la homosexualidad, que allá es muy común. Fijate que hace unos años había un radioteatro que se llamaba "Tierra de bufarrones" (risas)

-¿Va a tener un programa en Canal 4? ¿Cómo es eso?

-Se está conversando, no sé todavía.

-¿Se muda a Montevideo?

-No, dejame allá tranquilo. Con mis cuatro hijos.

-¿Nunca se arrepintió de meter ese estilo en las notas? ¿No dijo: uy, en esta metí la pata?

-No. Yo me tomo todo esto como un divertimento y ahora, encima, me llega una popularidad que no esperaba para nada. Si metí la pata alguna vez, ¿qué le vamos a hacer? Fue sin maldad.

-¿Tiene enemigos?

-Enemigos no. Allá, en Melo, hay algún colega que no le gusta mucho mi estilo, pero nada fuera de lo normal.

-Tiene un grupo en contra en Facebook, ¿lo vio?

-Sí, son todos de Melo. Pero el otro día uno puso: a favor de Rody Silva, 5.000; en contra: 130. Sigan ustedes.

Fuente: Sábado Show