Se fueron los tres puntos y el Mundial parece más lejos. Es doloroso, pero real. Pese a que el equipo metió, pese a que en el segundo tiempo apareció la rebeldía que este grupo ya había mostrado tener, no fue suficiente…
Sí, es cierto dieron el máximo para salir del pozo en el que se habían metido por no embocarle al arco. Sí, es cierto. Lucharon. Se repusieron, pero volvió a ser insuficiente. Otra vez faltó lo que no puede faltar. Y ya es una historia tan conocida como aburridamente insoportable. Igualita a la de los últimos años. El arquero rival se ataja todo y los celestes lo único que suman son oportunidades perdidas. Es tan auténtico como fastidioso. ¡Si empezó de la misma manera que terminó! No se pueden desaprovechar las oportunidades.
Como la que tuvo a los dos minutos de juego. Uruguay no mandó a guardar la pelota de gol que tuvo Álvaro Fernández. Primera jugada para la celeste para matar y ni siquiera un rasguño.
Tan conocida como inagotablemente dolorosa. Ya es piel. Ya forma parte del diario vivir del combinado charrúa.
De la misma forma que pasa siempre lo mismo en el arco oriental. Porque a los 8 minutos, distracción en el fondo y Venezuela, como antes fueron otros, no perdonó. Giancarlo Maldonado hizo lo que antes no supo hacer el "Flaco" y el alma en pena le da paso a un dolor tremendamente agotador. Parece un cuento de fantasía porque es una historia sin fin. Va y viene. No termina de regresar. Se repite casi sistemáticamente.
similitud. Si será fastidioso que lo primero que viene a la mente es una similitud cruel. Porque de tanto hacer lo mismo al final vamos a terminar utilizando una frase de cabecera de otras latitudes, aunque con una pequeña modificación.
Mientras algunos dicen: "Jugamos como nunca y perdimos como siempre", Uruguay va a tener que inmortalizar la ya célebre: "Rematamos igual que siempre y no ganamos nunca".
Porque además de la jugada de gol que no aprovechó Fernández, Uruguay tuvo un tiro el travesaño de Luis Suárez, otro remate a colocar del propio delantero que encontró bien parado al arquero Vega, un balazo del "Palito" Pereira que pasó cerca y cuatro disparos de Forlán que convirtieron en prócer a Vega.
Del otro lado, con el buen manejo de pelota en la mitad del terreno, con el trasiego del balón en forma ordenada, Venezuela fabricó espacios en el fondo celeste y bien pudo sacar mayor rédito de eso.
No pasó. Y a fuerza de coraje, de empuje, de despliegue y de entrega a la camiseta. Primero empató Suárez. El estadio Cachamay se congeló. Se terminaron los bocinazos y los gritos.
La celeste estaba más armada. Más combativa y cuando entró Abreu pareció que se le ponía fin a una sequía de frustraciones. Parecía que se iba a conservar el quinto lugar en la tabla. Especialmente cuando el "Loco" lo puso de cara al gol a Forlán y el "Pichichi" metió el toque para dar vuelta el partido.
sombra.Pero faltaba la sombra que acompaña a Uruguay desde hace un buen tiempo. Un tiro libre de Rey, una respuesta tardía de Castillo y a cobrar. Lo que siguió después, es lo mismo que pasó en el comienzo del partido. Fucile subió, Pereira subió, el "Cebolla" se filtró, Forlán remató de todos lados, pero la pelota no entró nunca y sin el gol es imposible hacer lo que se necesita.
Es triste. Es cansador. Al final resuena la frase que lanzó el capitán Diego Lugano a Ovación: "Si queremos ser mundialistas tenemos que demostrar que estamos en condiciones de serlo".
Quizás es un castigo inmenso para un equipo que luchó con alma y vida, para un grupo que da todo por la celeste, pero ya hay que comenzar a preguntárselo.
Porque esto cada vez se complica más.
Las cifras
3 partidos lleva Uruguay sin conseguir la victoria: ante Chile, Brasil y Venezuela.
3 celestes no podrán jugar ante Perú por suma de amarillas: Forlán, Cáceres y D. Pérez.
Fuente: Ovación Digital
GOLES DEL PARTIDO URUGUAY VS. VENEZUELA (10/06/09)
Además de los goles se puede ver (o mejor dicho oir) que hubieron altercados entre periodistas uruguayos y periodistas venezolanos, hinchas del equipo vinotinto.
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