"Cabaret" fue elegido como el gran musical del año
Anoche en el Solís tuvo lugar una nueva ceremonia de entrega de los premios Florencio, en la que "Arturo Ui" y su director Alberto Rivero fueron las figuras centrales de la fiesta, al recoger las estatuillas a Mejor Espectáculo y Mejor Director.
A diferencia de la temporada anterior, en la que Gatomaquia era la favorita (y salió ganadora), en esta edición no había de antemano un favorito: los cuatro espectáculos nominados tenían prácticamente iguales oportunidades de ganar, y la elección recayó sobre la Comedia Nacional, que con su monumental Brecht conquistó al jurado de la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay.
Otra de las obras nominada a Mejor Espectáculo (Las presidentas) le dio a Gloria Demassi un muy merecido premio a Mejor Actriz, en lo que fue su retorno a las tablas luego de apartarse del elenco estable de la Comedia Nacional. También otro intérprete de esa generación, Roberto Jones, fue distinguido con el galardón al Mejor Actor, por su audaz unipersonal en el que se desdoblaba en Borges. A su vez, ese espectáculo (La memoria de Borges) se hizo con el premio al autor nacional, que Hugo Burel recogió junto a Fernando Nieto, autor de Quiroga con la luz prendida, en el único premio compartido de la velada.
Ana Rosa y Juan Antonio Saraví se hicieron con los premios Mejor Actriz de Reparto y Mejor Actor de Reparto, en dos espectáculos que aportaron una buena cuota de entretenimiento a esta temporada teatral: Esperando la carroza y Cabaret, ambos dirigidos por Omar Varela.
A la hora de premiar el mejor espectáculo extranjero de la temporada hubo solamente dos obras nominadas (ambas en verso), una argentina (El niño argentino) y otra española (Don Gil de la calzas verdes). Y el premio fue a parar a esta última, que sin duda convenció al jurado por la exquisita representación que la compañía hizo de un clásico, con magníficos vestuarios y una gran ambientación de época.
Otro rubro que viene creciendo año a año es el musical, y en esta edición del premio de la crítica teatral los dos espec-táculos nominados lo hubieran tenido bien merecido, uno por experimental (La divina comedia humana, de Jorge Esmoris) y otro por ser una gran producción, muy bien escenificada: Cabaret. Y fue justamente Cabaret la ganadora, aunque la obra (que este fin de semana baja de cartel) no le dio a la cantante Sara Sabah el premio Revelación, para el que estaba nominada.
Algunos espectáculos que tuvieron menor presencia en la lista de nominados lograron sin embargo hacerse un lugar. Tal fue el caso de la polémica Bodas de sangre, que Mariana Percovich realizó a partir del texto de Lorca, y que recibió únicamente el premio a la Mejor Iluminación, para Juan José Ferragut.
También una obra que quizá merecía algo más era Un acto de comunión, que aunque estaba nominada a Mejor Espec- táculo, sólo se llevó el premio a la Ambientación Sonora, que fue a parar a manos de Alfredo Goldstein y Fernando Ulivi.
Un espectáculo que quizá no tuvo mayor difusión esta temporada fue Lo fausto, que desde la sala del Ateneo de Montevideo propuso un musical en clave de drama. Y la producción se hizo con dos premios valiosos: Escenografía (para Julio Tabárez) y Vestuario (para Tabárez y Adriana Ardoguein).
Pero más allá de los premios, en la noche de ayer se demostró una mayor capacidad en la organización de la ceremonia, que aunque no pudo ser emitida por televisión en vivo, ganó en agilidad y diversión. Aunque la verdadera diversión comenzó en los bares contiguos al teatro, una vez que las luces de la sala se apagaron y los artistas y sus amigos salieron a celebrar la victoria (propia o ajena), hasta que las velas ardan.
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