
Apenas tres segundos duró la experiencia de David Pratt en un partido entre su equipo, el Chippenham Town, y el Bashley, correspondiente a la Southern Premier League.
El futbolista no tuvo mejor idea que realizar una dura entrada a su rival apenas iniciado el encuentro. Podría pensarse que el infractor intentaba condicionar al otro jugador, pero el árbitro no lo interpretó así y le mostró la roja de inmediato.
De esta manera, Pratt se quedó con el récord mundial a la expulsión más rápida de la historia. La marca era ostentada por Giuseppe Lorenzo, que cuando militaba en el Bolonia italiano, en 1990, fue expulsado a los diez segundos por agredir a un contrincante, consigna Marca.
En cuanto al fútbol inglés, el récord anterior estaba en manos del arquero Pressman, del Sheffield Wednesday, quien -en 2000- se marchó a los vestuarios a los 13 segundos por tocar con la mano la pelota fuera de su área.
El fútbol amateur registra una más precoz: a los dos segundos, Lee Todd vio la roja por agredir al árbitro cuando éste dio el pitido inicial del encuentro.
Fuente: Infobae
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