“La elegida”: Profesor, alumna y el amor

El actor anglo/indio y la española se reúnen en "La elegida", un drama que se estrena el próximo viernes…

¿El protagonista de "Gandhi" y la oscarizada heroína de Almodóvar y (últimamente) Woody Allen, juntos? La propuesta parece atractiva y, a primera vista, bastante inesp erada.

La película en cuestión, que se estrena el viernes, se llama La elegida, es la primera producción dirigida por la española Isabel Coixet en los Estados Unidos, y se basa en la novela corta El animal moribundo del norteamericano Philip Roth.

Se trata de una historia que comienza como una simple seducción y se convierte luego en algo más complicado. Kingsley interpreta al profesor David Kepesh, un personaje reiterado en la literatura de Roth, que esta vez seduce a Consuela Castillo (Cruz), estadounidense, hija de padres cubanos de buena posición económica. Por primera vez en la carrera de Coixet, el guión no fue escrito por ella sino por un profesional de la industria, el escritor y director Nicholas Meyer, responsable de un par de actualizaciones de Sherlock Holmes y de varios asuntos de ciencia ficción.

Penélope fue la primera en llegar al proyecto, y de una manera bastante peculiar. El productor Tom Rosenberg pensó en ella, seguramente, a partir del éxito norteamericano y la candidatura al Oscar de Volver de Almodóvar. Coixet se incorporó después, cuando Clint Eastwood, que había visto La vida secreta de las palabras (un film de la directora española en la que actuaba Tim Ro-bbins) se la recomendó a Rosenberg, quien fue uno de los productores de Million Dollar Baby. A su vez, Penélope hizo fuerza también para que su compatriota fuera contratada como realizadora del film.

Cruz declara haberse enamorado del guión (Roth es, por otra parte, uno de sus escritores favoritos, aclara) apenas lo recibió de manos de Rosenberg, hace ya cinco años. La reciente ganadora del Oscar por Vicky, Cristina, Barcelona asegura que el personaje de Consuela ha sido uno de los "más difíciles y aterradores" que haya interpretado en toda su carrera.

Sostiene también que la directora se ha comprometido a fondo en su empeño de adaptar la novela de Roth. La actriz sostiene que la directora ha mostrado una excepcional sensibilidad "a la hora de quedarse con lo que se ha quedado y de prescindir de lo que ha prescindido", lo que sugiere un trabajo cercano con el guionista Meyer.

La actriz ha elogiado también la capacidad de la cineasta "por defender su forma de rodar" ante las presiones de la industria de Hollywood. Tuvo que ceder en algunas cosas (el cambio de título con respecto al libro, por ejemplo), pero según Cruz no hizo ninguna concesión esencial, e incluso se salió con la suya en ciertas cosas contra el propio Roth, sobre todo en algunos cambios en el desenlace de la historia.

Según Cruz, Consuela es muchas mujeres a la vez, que no se la puede encasillar. Que le haya obligado a interpretar una de las primeras escenas eróticas y de desnudo que se le recuerden desde Jamón jamón de Bigas Luna ("todo fue muy natural", reconoce sin embargo) resultó apenas uno de los desafíos.

El personaje de Kingsley define a Consuela como alguien que "sabe que es hermosa, pero todavía no está segura de qué hacer con su belleza". Cautivado por su alumna, considera el cuerpo de la mujer como "una verdadera obra de arte". De cualquier manera, el film omite algunas situaciones sexualmente muy explícitas de la novela. Algunos se han preguntado si eso fue una exigencia de Cruz, pero la actriz lo ha negado. Simplemente consideraron que no eran necesarias para la comprensión de la relación entre los personajes.

La sensualidad del vínculo entre los dos personajes fue un elemento con el que también Ben Kingsley debió lidiar. "He personificado con bastante frecuencia a personajes de comportamientos extremos y pienso, por ejemplo, en el asesino de Sexy beast, pero jamás me tocó en toda mi carrera expresar en cuerpo y alma la expresión del deseo y la sensualidad en su manifestación más profunda", afirma el actor.

VAIVENES. Versátil (e irregular) como pocos, Kingsley reconoce que no hace diferencias a la hora de entusiasmarse con un proyecto, se trate de una película independiente y artística, o de proyectos tan comerciales como The love guru de Mike Myers (por la cual, incidentalmente, fue nominado a peor actor secundario en la entrega de los "antipremios" Razzie).

Kingsley aclara empero que tiene una simpatía particular por una película en apariencia tan pequeño como Sexy beast (2000), un drama policial por el que fue nuevamente candidato al Oscar y que, sobre todo, lo liberó definitivamente de la carga que significaba haber sido Gandhi. Luego de ser ese asesino podía aceptar cualquier papel sin experimentar un complejo de culpa.

Para Kingsley, actuar es a la vez un trabajo y un `hobby`. También declara a Roth como uno de sus escritores predilectos, y dice estar feliz por la oportunidad de participar en un relato de "pasiones humanas en los que vuelven a entrecruzarse el amor y la muerte". En el film, esas situaciones generan en el personaje varias interrogantes sobre el sentido de la vida que discute con un amigo y confidente, el poeta George O´Hearn (interpretado por Dennis Hopper), mientras trata de resolver su complicada relación con su hijo, un exitoso cirujano (Peter Sasgaard).

Con respecto a su personaje en La elegida, el actor dice igualmente estar convencido de que "las heridas, el dolor y las pasiones carnales o espirituales son cuestiones personales, intransferibles, pero mi profesión seguramente ayuda a ponerlas en evidencia y echar alguna luz sobre ellos". Siempre recuerda una afirmación del gran director teatral y cinematográfico Peter Brook, en el sentido de que es posible descubrir en cualquier personaje algo de secreto e inconfesable con que identificarse.

POR GUILLERMO ZAPIOLA DE “EL PAÍS”

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