El empate deja a Uruguay en el cuarto puesto; necesitará la ayuda de Argentina y de Venezuela para mantenerlo, sin ésta puede hasta terminar sexto
Uruguay consiguió un empate 2 a 2 ante Bolivia con tinte de hazaña, luego de ir perdiendo 0-2 en los 3.600 metros de La Paz.
Dos goles de Marcelo Martins en el primer tiempo (15´ y 42´) parecían ser decisivos.
Sin embargo, la selección uruguaya logró un empate para el recuerdo con goles de Carlos Bueno y Sebastián Abreu.
Los celestes fueron más durante la mayoría del partido pero caían ante la efectividad boliviana.
El equipo de "Platini" Sánchez encontró dos goles, convertidos por Martins, en sus únicos dos acercamientos de peligro al arco de Castillo durate los primeros cuarenta y cinco minutos.
Durante ese periodo inicial, Uruguay generó situaciones para anotar pero ni Bueno, que remató mal un buen pase de Vicente Sánchez, ni Crístian Rodríguez, que se encontró con las manos de Arias tras una corrida espectacular, pudieron borrar el cero del marcador uruguayo.
Un segundo tiempo para el mejor recuerdo
El complemento parecía ser un suplicio para los jugadores celestes, algunos de ellos notablemente condicionados por los 3.600 metros de altura del Hernando Siles.
Los celestes se adelantaron buscando el empate y Juan Castillo, de irregular partido, debió salvar dos claras situaciones de gol que podrían haber liquidado el encuentro en favor de los locales.
Uruguay creció en la cancha y encontró a los 64 minutos su recompensa con el gol de Carlos Bueno. El delantero aurinegro conectó el preciso centro de Bruno Silva pese a estar marcado por dos centrales bolivianos.
Con el descuento, los celestes continuaron empujando. Bolivia, en cambio, dependía de la inspiración de Reyes, García o el propio Martins para inquietar a la zaga uruguaya, de buen segundo tiempo.
El ingreso de Sebastián Abreu dejó en claro las intenciones uruguayas. Los celestes pasaron a jugar con tres delanteros y mediante una combinación entre dos de ellos llegó al empate.
Vicente Sánchez levantó el centro que Abreu conectó en el segundo palo, sellando así la remontada charrúa en territorio boliviano.
Para el final quedaron los sustos con un error de Castillo -seguro, hasta entonces, con la manos pero complicado todo el partido con los pies- y otro del incansable Martín Cáceres que él mismo se encargó de corregir.
Fuente: El País Digital
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