Arrancó el paseo. Margarita no pudo decirle que no a Beto y se dejó llevar por el recorrido en carreta. Baldés no quiere desaprovechar los años que le quedan de vida, ni tampoco los regalos que está le dio, entre ellos el mejor…Margarita. Pero ella le dijo basta, por el momento no quiere saber nada.
Armando no descansa de disgustos provocados por Elvira. Su mujer le deja el bar pero se llevó todo el resto. Gracias a la idea de León, está pensando en buscar un socio inversor.
Los encargados de los edificios del barrio están de paro. La mayoría no cobraron las horas extras, y con Beto a la cabeza tomaron esta medida de protesta. Los únicos no adheridos fueron Margarita y Plácido.
Milena sigue escapando de la justicia. Está vez inventó que un cliente muy peligroso la está persiguiendo, es por eso que Mauricio le ofreció su casa para pasar la noche. Ella a manera de agradecimiento, lo besó. La mañana siguiente Milena recibió a Betty en camisón…todo parece indicar que la siquiatra pasó la noche con el doctor Sassone. Ese mismo día la policía fue a buscarla.
El gremio de Beto se reunió en el bar de Armando en oposición al despido de Juanca, todos en contra de la administración. Luego de ser convencida por León, Magarita se dio cuenta que debía luchar por sus compañeros sin ningún temor. Al grito de “No a la franela”, ella y el resto de sus colegas están dispuestos a pelear por lo que les corresponde.
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