Beto y Mauricio no pierden el tiempo. Lejos de Ángela y Margarita se divierten con otras dos señoritas jugando al bowling, olvidando viejos rencores y siendo compañeros de equipo. Ellos están dispuestos a divertirse.
La clase de cocina terminó pareciendo una típica charla de amigas, donde el vino borra los prejuicios y suelta la lengua. Jazmín, Conce y Marilina contaron sus sueños, Bárbara confesó no querer a su esposo.
León sigue buscando la manera de demostrar la verdadera sexualidad de Martiniano. Con la ayuda de Adriano y Willy llevaron a Martiniano a su casa y mediante una cámara oculta Willy intentará hacerlo hablar acerca de su pasado. Pero ninguno de los tres sabe que Martiniano les está siguiendo la corriente. Entre gritos y forcejeos Jazmín los encontró a los cuatro en una situación dudosa.
Los tiempos son cada vez más raros, Beto y Mauricio ahora son amigos y Ángela le pude ayuda a Margarita para recuperar a Beto. Ella no lo puede ver a su esposo con otra mujer cerca y está dispuesta a hacer cualquier cosa.
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